El gran secreto para adelgazar, no solo está en lo que ingieres, sino en cómo masticas
Es común vivir el día a día a toda velocidad, y encontrarnos en la capacidad de realizar varias actividades al mismo tiempo, motivo por el cual muchas veces terminamos comiendo apresuradamente, masticando rápidamente los alimentos, sin apenar disfrutar de su sabor.
Si la comida que ingieres pasa a toda velocidad por la boca y en trozos grandes, vas a tener que digerirla en el estómago, y eso conlleva más producción de jugos gástricos, digestiones pesadas, gases, etc.
Tragar o comer rápido favorece a que comamos más alimentos de lo que necesitamos para sentirnos saciados, y además sometemos a nuestro aparato digestivo a un sobresfuerzo, algo que puede traer consigo complicaciones.
¿Por qué la poca masticación de los alimentos influye en el deseo de adelgazar?
Si masticas bien, disfrutas más de los alimentos. Según el British Medical journal, en un estudio sobre 3.000 sujetos se demostró que las personas que comen rápido y mastican poco tienen tres veces más probabilidades de tener OBESIDAD. La sensación de saciedad la manda el cerebro unos veinte minutos después de haber empezado a comer. Si masticas bien, cuando tu cerebro esté saciado, habrás comido bastante menos que si engulles.Debo aclarar que masticar bien los alimentos, no va a ser la solución a todos los problemas de sobrepeso, ya que éstos posiblemente deriven de otros hábitos poco saludables, pero es una gran ayuda para no excederse con las cantidades de alimentos y ayudar a nuestro cuerpo a procesar mejor los alimentos.
Si el intestino no está en condiciones, no absorberás bien los nutrientes y, además de comer en exceso, te sentirás sin energía. El primer paso para mejorar la forma en la que masticamos los alimentos, es ser conscientes de esta labor. Una forma de hacerlo es simplemente intentar disfrutar del alimento que estamos consumiendo, disfrutar de su aroma, textura y sabor.
Por lo tanto, si buscas perder peso, es imprescindible que comas justo lo necesario para saciarte, por lo que es indispensable que escuches el mensaje de saciedad.
La única manera de hacerlo es comiendo despacio, y la mejor forma de conseguirlo es masticando bien los alimentos.
Masticar bien los alimentos, hace que cuando éstos lleguen a nuestro estómago estén ya casi digeridos, lo que facilita el trabajo del estómago y evitando de esta forma las digestiones pesadas que pueden ralentizar nuestro metabolismo y reducir el consumo calórico.
¿En qué nos favorece comer despacio?
Ayuda a adelgazar: ayuda a comer menos y sentirse más saciado.
Evita malas digestiones: masticar bien los alimentos favorece la digestión de los mismos ayudando a evitar casos de hinchazón, pesadez y gases.
Ayuda a ir al baño: enviar la comida bien masticada al estómago hace que éste trabaje menos y hagamos una mejor digestión que ayuda a ir mejor al baño porque el organismo trabaja menos para diluir los alimentos.
Mejora” el sabor de los alimentos: al comer despacio y masticar bien los alimentos descubrimos sabores que a veces se nos pasan de largo al comer demasiado rápido.